El Ayuntamiento popular construye una nueva tapia sobre las paredes en las que se fusiló a cientos de republicanos
Un muro para el olvido en el cementerio de Badajoz y
la plaza de Totura de toros tambien Derrumbada
Un muro para el olvido en el cementerio de Badajoz y
la plaza de Totura de toros tambien Derrumbada
En Badajoz se mantiene aún uno de los símbolos más emblemáticos de la represión franquista: las tapias del cementerio de San Juan, ante las que fueron fusiladas unas 1.200 personas en los días posteriores a la entrada del general Juan Yagüe en la ciudad. Sin embargo, estos muros tienen sus días contados: pese a la oposición de historiadores y asociaciones de memoria histórica, el ayuntamiento de la ciudad, con los votos a favor de PP y PSOE, levantará nuevos muros para el camposanto con el fin de fortalecer su estructura y disimular la visión del recinto, que se encuentra en una zona en pleno desarrollo urbanístico.
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El PSOE pide a Barberá que retire los títulos de honor a Franco Alrededor de 1.200 personas fueron fusiladas por las tropas del general Juan Yagüe ante las tapias de cementerio de San Juan de Badajoz. Esta masacre –para muchos historiadores la ciudad extremeña es la que tuvo mayor número de víctimas durante el alzamiento franquista en relación con su población- se había mantenido a lo largo de los años grabadas en esos muros que tienen hoy sus días contados. Ni las protestas de las asociaciones de memoria histórica ni las de los historiadores han conseguido que el Ayuntamiento, gobernado con mayoría absoluta del PP, cambie su proyecto para hacer desaparecer estas tapias, según informó Público.Con el apoyo de PP y PSOEEl consistorio considera que el actual muro no tiene la suficiente consistencia arquitectónica, por lo que construirá otro que ocultará las tapias de los fusilamientos y servirá además para integrar el camposanto en la ciudad, ya que se ubica en una zona en pleno desarrollo urbanístico. Este proyecto fue anunciado en la comisión de Gobierno local, y recibió los votos favorables de los ediles poulares y socialistas con la única oposición de IU. Según Celestino Vegas, portavoz del PSOE, su grupo había apoyado la propuesta pidiendo que “se reservara una parte de la tapia o que se incluyera algún reconocimiento, pero el PP no escuchó”.Protestas de la Asociación de MemoriaPara José Manuel Corbacho, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX), “el Ayuntamiento nunca ha hecho nada por reconsiderar ni siquiera mínimamente el proyecto” de la construcción de este muro, “pese a las alternativas razonables que la asociación ha hecho públicas”. El grupo había solicitado que se mantuviesen, al menos parcialmente, los antiguos muros, o bien que se colocase alguna placa conmemorativa en el lugar, opciones que el PP ha descartado."No se puede esconder el pasado"Un grupo de prestigiosos historiadores apoyaban también las peticiones de la ARMHEX. Ian Gibson, Francisco Espinosa, Julio Aróstegui, Mirta Núñez, Julián Casanova, Joseph Fontana, Paul Preston, Hilari Pager, Alberto Reig Tapia, Ángel Viñas y Helen Graham habían firmado un manifiesto bajo el título “No se puede esconder el pasado” en el que reivindicaban la conservación de los muros originales asegurando que “las blanquísimas tapias del cementerio fueron una de las primeras evidencias ante el mundo de la política de exterminio programado” del franquismo."Obsesión" por "borrar" la memoriaEl texto del manifiesto evocaba el fuerte valor simbólico de estas paredes y advertía de que “el Tercio, los regulares y los fascistas, al servicio del avance del Ejército de África, habrían logrado ahora, más de 70 años después, una nueva victoria si (…) desapareciese la memoria de lo ocurrido y los engarces del recuerdo”. En este sentido, una de las firmantes, Mirta Núñez, lamentó que “Badajoz es emblemático del borrado de huellas de la memoria, no solo de Badajoz, sino de cosas que afectan a toda España”. A su juicio, hay “una obsesión por parte de algunos de borrar todo lo relacionado con la República y la represión”.La plaza de toros, también desaparecidaSegún recordó, el Ayuntamiento también se deshizo de otro de los principales símbolos de la represión que había en la ciudad, la antigua plaza de toros, que fue escenario de múltiples reclusiones y fusilamientos. El edificio fue derrumbado en 2002 para construir un palacio de congresos, una obra promovida por la Junta de Extremadura. La plaza de toros está considerada, junto con Gernika (Vizcaya) y el barranco de Víznar (Granada) uno de los “lugares más significativos de la memoria”, según el historiador Francisco Espinosa. -->
Alrededor de 1.200 personas fueron fusiladas por las tropas del general Juan Yagüe ante las tapias de cementerio de San Juan de Badajoz. Esta masacre –para muchos historiadores la ciudad extremeña es la que tuvo mayor número de víctimas durante el alzamiento franquista en relación con su población- se había mantenido a lo largo de los años grabadas en esos muros que tienen hoy sus días contados. Ni las protestas de las asociaciones de memoria histórica ni las de los historiadores han conseguido que el Ayuntamiento, gobernado con mayoría absoluta del PP, cambie su proyecto para hacer desaparecer estas tapias, según informó Público.Con el apoyo de PP y PSOEEl consistorio considera que el actual muro no tiene la suficiente consistencia arquitectónica, por lo que construirá otro que ocultará las tapias de los fusilamientos y servirá además para integrar el camposanto en la ciudad, ya que se ubica en una zona en pleno desarrollo urbanístico. Este proyecto fue anunciado en la comisión de Gobierno local, y recibió los votos favorables de los ediles poulares y socialistas con la única oposición de IU. Según Celestino Vegas, portavoz del PSOE, su grupo había apoyado la propuesta pidiendo que “se reservara una parte de la tapia o que se incluyera algún reconocimiento, pero el PP no escuchó”.Protestas de la Asociación de MemoriaPara José Manuel Corbacho, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX), “el Ayuntamiento nunca ha hecho nada por reconsiderar ni siquiera mínimamente el proyecto” de la construcción de este muro, “pese a las alternativas razonables que la asociación ha hecho públicas”. El grupo había solicitado que se mantuviesen, al menos parcialmente, los antiguos muros, o bien que se colocase alguna placa conmemorativa en el lugar, opciones que el PP ha descartado."No se puede esconder el pasado"Un grupo de prestigiosos historiadores apoyaban también las peticiones de la ARMHEX. Ian Gibson, Francisco Espinosa, Julio Aróstegui, Mirta Núñez, Julián Casanova, Joseph Fontana, Paul Preston, Hilari Pager, Alberto Reig Tapia, Ángel Viñas y Helen Graham habían firmado un manifiesto bajo el título “No se puede esconder el pasado” en el que reivindicaban la conservación de los muros originales asegurando que “las blanquísimas tapias del cementerio fueron una de las primeras evidencias ante el mundo de la política de exterminio programado” del franquismo."Obsesión" por "borrar" la memoriaEl texto del manifiesto evocaba el fuerte valor simbólico de estas paredes y advertía de que “el Tercio, los regulares y los fascistas, al servicio del avance del Ejército de África, habrían logrado ahora, más de 70 años después, una nueva victoria si (…) desapareciese la memoria de lo ocurrido y los engarces del recuerdo”. En este sentido, una de las firmantes, Mirta Núñez, lamentó que “Badajoz es emblemático del borrado de huellas de la memoria, no solo de Badajoz, sino de cosas que afectan a toda España”. A su juicio, hay “una obsesión por parte de algunos de borrar todo lo relacionado con la República y la represión”.La plaza de toros, también desaparecidaSegún recordó, el Ayuntamiento también se deshizo de otro de los principales símbolos de la represión que había en la ciudad, la antigua plaza de toros, que fue escenario de múltiples reclusiones y fusilamientos. El edificio fue derrumbado en 2002 para construir un palacio de congresos, una obra promovida por la Junta de Extremadura. La plaza de toros está considerada, junto con Gernika (Vizcaya) y el barranco de Víznar (Granada) uno de los “lugares más significativos de la memoria”, según el historiador Francisco Espinosa.
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