• Izquierda con sensible pérdida

CENIZAS DE MERINO LLEGAN HOY AL PAÍS

Aarón Sequeira
asequeira@diarioextra.com

En el Plenario se hizo un minuto de silencio por el exdiputado y líder del Frente Amplio, José Merino del Río.

Su discurso bien pensado, pero fuerte y directo, locuaz y claro aún oscila en los corrillos legislativos, más cuando la falta de oradores e ideólogos se hace tan palpable en el Plenario de la Asamblea Legislativa.

De sangre española (nacido en Burgos, 1949), se hizo costarricense no más llegar a este país para integrarse en la lucha contra la Aluminium Company of America (Alcoa) y a las agrupaciones comunistas herederas de aquel partido fundado en 1931.

Esos partidos fueron Vanguardia Popular (antes de la división de la izquierda), Partido del Pueblo Civilista, Coalición Pueblo Unido, Fuerza Democrática (del que fue diputado en 1998-2002) y Frente Amplio, con el que fue legislador el periodo anterior (2006-2010) y que presidía.

La labor de Merino destacó en luchas populares como la del “Combo del ICE” hace diez años y fue una de las mentes que brilló más en torno a la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en 2007.

FRENTE AMPLIO HUÉRFANO

El diputado José María Villalta Flórez-Estrada manifestó que Merino mantuvo sus luchas y convicciones hasta el último momento. “José Merino escogió Costa Rica como su patria y era más patriota que muchos que nacieron aquí”, dijo.

El semanario Libertad y la revista Trabajo salieron de su dirección y pluma periodística. Además, le tocó vivir lo que llamaba la “travesía en el desierto” con la desaparición del socialismo europeo, y empezó a campear el neoliberalismo, resaltó Villalta.

El desgaste físico no le impidió sostener debates de seis horas, según recuerdan compañeros de despacho, además de salir adelante luego de la derrota del “No” al TLC, contra las leyes de implementación.

No rechazaba una invitación al pueblo más lejano del país, aún en medio de sus últimos meses y los embates del cáncer de riñón que lo llevó a la muerte.

“Tenía un humor particular, siempre buscaba el lado amable a las cosas”, contó Rodolfo Ulloa, secretario general del FA, quien recordó que solo lo vio perder los estribos, pero nunca el respeto, cuando en la lucha del combo detuvieron a su hija Alejandra y a Eva Carazo.

Merino del Río, además, creó incluso entre sus adversarios políticos, incluyendo liberacionistas y libertarios, un profundo respeto que queda patente ante su partida.