Enviado por Andrés Herrera Feligreras el 25/7/2004 23:55:06 (8386 Lecturas)*
Viene siendo habitual que en los programas de introducción a la ciencia política, quede perfectamente diferenciado el liberalismo del conservadurismo, del nacionalismo o del fascismo lo cual tiene su lógica ya que, a pesar de contar todas ellas con múltiples conexiones, tienen matices que las dotan -a cada una de ellas- de entidad propia. Sin embargo, esta lógica se rompe habitualmente al aparecer un gran cajón de sastre titulado “los socialismos” en el cual conviven desde los “utópicos” pre-marxistas hasta el Estado del Bienestar –lo que resulta curioso teniendo en cuenta que es una invención liberal- pasando por el marxismo, el anarquismo y la socialdemocracia. Aunque, como ya dije antes, no pude acudir al curso con la regularidad debida y deseada por mi parte, si asistí a dos de las ponencias dedicadas a los socialismos.En una de ellas se establecieron los comunes denominadores de todos ellos, es decir aquello que justifica su agrupamiento bajo el epígrafe de “los socialismos”, a saber:-Crítica al modelo social existente-Dar una alternativa -Modelo de transición de la sociedad existente a la sociedad alternativa.A partir de estos puntos, desde la ponencia se abre un abanico ideológico, estratégico y táctico que es lo que acaba definiendo cada una de las ideologías, movimientos o escisiones dentro del “los socialismos”. En este punto, concluye mi sorpresa ante la división establecida por el programa de la asignatura y es que la agrupación normalmente realizada, por los ponentes de este tipo de asignaturas, en las universidades españolas corresponde a la tradicional visión liberal, que por otra parte, tanto parece preocupar a Sotelo .Sin embargo la preocupación de Ignacio Sotelo, como la de muchos socialdemócratas de izquierda, se encuentra relacionada con la contradicción que sufre entre lo que ellos quisieran que fuese la socialdemocracia, es decir un movimiento que avanza a través de la reforma hacia una sociedad más democrática, más justa social y económicamente , y lo que en realidad es un movimiento que ofrece un “capitalismo de rostro humano” sin cuestionarse ni plantear alternativa a lo existente, gestionando la política económica posible en cada coyuntura Por tanto, la socialdemocracia debe considerarse un movimiento –así es como lo denomina Berstein - con entidad, antecedentes y premisas propias. Un movimiento contemporáneo con tanto peso en la historia reciente como el liberalismo o el fascismo y tanto por sus propios postulados como por su praxis política, separado de aquellas ideologías o movimientos políticos que aspiran a la consecución de una alternativa no liberal (en el sentido filosófico y económico) de civilización. Esta es mi hipótesis de trabajo.En línea con lo anterior he dividido el trabajo en tres epígrafes a partir de esta introducción.En capítulo uno, esta dedicado a marcar las diferencias entre la socialdemocracia y aquellos movimientos que partiendo de una crítica a lo existente, aspiran a transformar la sociedad y a construir un nuevo marco de relaciones humanas.El segundo epígrafe esta dedicado a la historia y evolución de la socialdemocracia desde la ruptura ideológica con el marxismo en las últimas décadas del siglo XIX hasta la actual asunción de los valores neoliberales de sociedad y mercado.Corpus ideológico y praxis política nos conducen a la Conclusión –apartado tres- de este trabajo, donde quedarán establecidas las principales características de la socialdemocracia como movimiento político.Finalmente se anexa una bibliografía “Para preparar el camino a la solución del problema social, el Partido Obrero Alemán exige que se creen cooperativas con la ayuda del Estado y bajo control democrático del pueblo trabajador. (...)en proporciones tales que que de ellas surja la organización socialista de todo trabajo”Programa de Gotha 1875 “¡Esta fantasía de que con empréstitos del Estado se puede construir una nueva sociedad como se construye un nuevo ferrocarril es digna de Lasalle!”Carlos Marx “La teoria de la introducción gradual del socialismo propone una reforma progresiva de la propiedad y del Estado capitalista en dirección del socialismo. Pero a consecuencia de las leyes objetivas de la sociedad existente, la una y el otro se desarrollan en dirección precisamente opuesta.”.Rosa Luxemburgo 1.-Reforma o RevoluciónEl título de este apartado, que he cogido prestado del folleto Sozialreform oder Revolutión (1899) con el que Rosa Luxemburgo criticaba el revisionismo de Berstein, al que se podríamos denominar padre teórico de la socialdemocracia en la Europa continental, o “socialismo democrático” , y lo creo representativo para poder referirme a la división entre aquellas ideologías y movimientos que se corresponden con los criterios expuestos por la ponencia como denominador común de los denominados “socialismos” y la socialdemocracia.Llegados a este punto quiero hacer dos precisiones. En primer lugar, a lo largo este trabajo utilizaré la denominación “socialdemocracia” para referirme al conjunto de partidos políticos que, aunque actualmente tienen diversos matices, sus fundamentos ideológicos se hunden en el fabianismo o en el revisionismo bersteniano. Evitaré por tanto la denominación “socialismo democrático” puesto que se trata de una denominación interesada –de la propia socialdemocracia- en cuanto a que con el adjetivo democrático se refiere a la democracia-liberal, que no es sino una lectura particular de la democracia. Por otra parte, ¿cabe imaginar un socialismo no democrático, cuando la democracia es una de las características inherentes del socialismo?.La segunda precisión, a la que antes me refería, tiene que ve con la voluntad de recordar que, el objetivo de este trabajo, no es el de demostrar la valía del planteamiento teórico y práctica política de tal o cual ideología, sino justificar la salida de la socialdemocracia del grupo de ideologías que aspiran a la transformación (no reforma) de la sociedad existente a través de una propuesta de transición hacia una forma de civilización no capitalista.Desde mi punto de vista la línea ,que separa las ideologías y movimientos transformadores de aquellos que se insertan –con todos sus matices- en la estructuras liberal-capitalista esta trazada en torno al papel que juega el beneficio privado en la sociedad. Creo que este enfoque es más ajustado que le que realiza la ponencia que, según entendí, pone el acento en la igualdad, tal y como también plantea Ignacio Sotelo , lo cual resulta muy simplificador, puesto que olvida elementos tan centrales en la teoría socialista -como la democracia participativa o la autorrealización del individuo- que van mucho más allá. De hecho, la tan frecuente ecuación “socialismo = igualdad socio-económica” resulta tan reduccionista que solo se sostiene desde el “tópico” o desde la lectura interesada, la conocida expresión “socialismo es poder soviético más electrificación" que refleja con claridad meridiana la necesidad de un progreso económico subordinado a la democracia participativa y ésta no esta condicionada necesariamente por la igualdad socio-económica pues afirmar eso, sería obviar una premisa básica socialista “a cada cual según su trabajo” Sin embargo, volviendo a la cuestión del papel del beneficio privado, en su logró, conservación y reproducción, encontramos la “piedra de toque” de la democracia-liberal y conforme nos acercamos o alejamos de él, de su administración, del papel del Estado para garantizarlo y del grado de oportunidad para conseguirlo, nos estaremos acercando o alejando a las diferentes ideologías y movimientos del mundo contemporáneo. En el momento en que, en ese acercamiento y alejamiento del papel que el beneficio privado juega, encontremos su cuestionamiento como vehículo hacia la felicidad de la sociedad, habremos entrado en el arco que componen las ideologías y movimientos alternativos a lo existente, cuya agrupación bajo el nombre de “los socialismos” los constriñe y del que no forma parte la socialdemocracia sencillamente porque, sin modelo alternativo, se limita a introducir reformas. Es precisamente la ruptura con la democracia-liberal lo que caracteriza a lo socialismos y anarquismos y es el respeto a ese marco político y su intento asegurar un mayor igualdad de oportunidades en el sistema económico para acceder al beneficio individual lo que imprime personalidad a la socialdemocracia. “Para mí tiene muy poco sentido e interés lo que comúnmente se entiende como “objetivo del socialismo”. Sea lo que fuere ese objetivo no significa nada para mí y en cambio, el movimiento lo es todo. Y por éste entiendo tanto el movimiento general de la sociedad, es decir, el progreso social, como la movilización política y económica y la organización que conduce a este progreso”E. Bernstein “Los socialdemócratas europeos aprendemos unos de otros y cada uno adapta su camino a las estructuras de su país. Los lideres europeos socialdemócratas siguen con atención el proceso en Alemania y confían en que la Agenda 2010 cuente con un amplio apoyo, ya que los avances en Alemania, como la mayor economía europea, repercuten en todos los demás”Gerhard Schöder Canciller Alemán2.-Socialdemocracia: 140 años de movimientoEn la introducción de este trabajo, se planteaba este capítulo como un apartado dedicado a la historia y evolución de la socialdemocracia, pero quiero aclarar que no pretendo hacer aquí un relato ni referirme a los momentos “estrella” de su larga historia. Y no lo haré porque para ello tanto los artículos de Sotelo como Guiu son suficientes para un primer acercamiento pero sin embargo,Tanto el enunciado de este espacio como los dos textos que lo prologan encierra claves para comprender la esencia y la personalidad característica de la socialdemocracia. Si el objetivo del epígrafe anterior era justificar la extracción de la socialdemocracia del grupo denominado –en el programa- como “los socialismos”, el objetivo de éste es demostrar su “consistencia” como corriente política contemporánea merecedora de un trato individualizado.140 son los años el pasado mes de mayo celebró el Partido Socialdemócrata Alemán, y esta organización es la que ha marcado, y sigue marcando, el ritmo del movimiento socialdemócrata europeo, para tomar conciencia de ello solo hay que comparar, en tiempos recientes, el ascendente del SPD sobre los socialistas españoles durante la Transición, en la conversión del Partido Comunista Italiano o la repercusión interna que la Agenda 2010 ha tenido entre los miembros de la Internacional Socialista. Se trata de una influencia ideológica, histórica y orgánica, de carácter sostenido a lo largo del tiempo, que ninguna otra organización socialdemócrata a tenido . De hecho el núcleo de los artículos sobre el socialismo que he citado, descontando las aportaciones marxistas y el socialismo real, giran en torno a los socialdemócratas alemanes y no es de extrañar, ellos marcan las tres rupturas con el movimiento socialista: la ruptura ideológica (Berstein) la ruptura orgánica (el apoyo a los créditos de guerra) y la ruptura formal ( Congreso de Bad Godesberg de 1959).Estos tres puntos articulan la evolución de la socialdemocracia como corriente política y sirven como nodos de conexión entre la organización marxista de Bebel y Liebknecht , que aportó desde el adjetivo “socialista” el grueso del corpus ideológico y la organización en el congreso de unificación de 1875, y la socialdemocracia actual totalmente ajena a los planteamientos revolucionarios Las tres rupturas son etapas de un mismo proceso cuyo punto de partida es el constructo ideológico bersteniano: 1) La importancia del movimiento; 2) la aceptación de la democracia-liberal (sufragio universal y parlamentarismo) como marco de la acción política; 3) La renuncia a la revolución y el uso de la reforma, desde el Estado, como vía para mejorar las condiciones de vida de la población. Estos planteamientos acabarían imponiéndose en el seno del partido a partir de 1912, fecha en al cual el Partido Socialdemócrata Alemán llegó a tener 110 diputados en el Reichstag, e iniciará un proceso crisis interna especialmente a raíz del apoyo a los créditos de guerra incumpliendo así el Manifiesto de Basilea aprobado por el Congreso Socialista Internacional Extraordinario reunido en esta ciudad contra la amenaza inminente de guerra considerada imperialista por los delegados asistentes y en la cual los partidos obreros debían oponer “la fuerza de la solidaridad internacional del proletariado” . En 1921, Berstein fue el principal redactor del nuevo programa del SPD y en buena lógica sus planteamientos ocuparon el lugar central sustituyendo el “objetivo revolucionario” del Congreso de Erfurt, para entonces ya se había producido la ruptura orgánica y la escisión por la izquierda de los Espartaquistas de Rosa Luxemburgo y Liebknecht, embrión del Partido Comunista Alemán, así como el desplome de la II Internacional y la nacimiento de la Internacional comunista.Tras la finalización de la II Guerra Mundial, la socialdemocracia alemana será la primera en romper con el marxismo (congreso de Bad-Godesberg, noviembre de 1959) para adecuar la organización a la nueva realidad, para los socialdemócratas alemanes lo importante es salvaguardar la libertad, la justicia y la solidaridad en la sociedad, en ésta sociedad porque, para ellos, no hay otra que construir. La socialdemocracia, que gobernará mayoritariamente en la Europa de postguerra impulsa, haciendo suya una creación liberal, el Estado del Bienestar y encuentran en Keynes la doctrina económica de síntesis entre Smith y Marx. Una doctrina adecuada a su nueva situación entre las fuerzas ligadas al liberalismo y las ligadas a la izquierda revolucionaria.Sin embargo, la defenestración “instantánea” a comienzos de los noventa del socialismo real, ha traído consigo una profunda crisis en el seno de la socialdemocracia europea. De una parte, el fin de la Guerra Fría hace ya innecesaria la paz social y el Estado del Bienestar se presenta como ruinoso en “términos de beneficio económico”. De otra, la crisis en los movimientos de transformación social hace innecesario su tradicional papel mediador y buena parte de las clases medias buscan referentes electorales más próximos a sus intereses. En este contexto, cobra pleno sentido los esfuerzos de los socialdemócratas por reinventarse –Tercera Via, Agenda 2010- y “seguir en movimiento” para poder gestionar, en esta nueva etapa, el capitalismo real3.-ConclusiónResulta tan curioso como sintomático, que la socialdemocracia alemana al celebrar su 140 aniversario lo haga, no en base al congreso de unificación de 1875, sino al congreso constituyente de la Unión General de Obreros Alemanes de Lasalle celebrado en 1863. Por otra parte, las declaraciones del canciller alemán al presentar la Agenda 2010 como un instrumento para sanear la economía, dejan meridianamente claro cuales son las preocupaciones futuras.Berstein al subrayar el movimiento, la necesidad de avanzar día a día, dio la cobertura ideológica necesaria a quienes se enfrentaban a la resolución de problemas cotidianos desde la responsabilidad de gobernar. Por eso sus tesis se hicieron tan populares dentro del partido cuando este llegó a tener un peso importante en la Cámara. Por otra parte, sus planteamientos sobre la necesidad de profundizar en la democracia liberal a través de la reformas y la intervención del Estado, hacen sus planteamientos tan armónicos como inviables, ya que la experiencia a demostrado que en el momento en el que los poderes fácticos se sienten amenazados éstos crean mecanismos para defenderse. Sin embargo, si el pragmatismo bersteniano ha ayudado a durante buena parte de su historia a la socialdemocracia a gobernar en base a un sistema de valores y una retórica progresista, con respecto al liberalismo económico, por tanto, a sentirse con la responsabilidad tanto de limitar los excesos del capitalismo como de garantizar la igualdad de oportunidades, la obsesión por el movimiento ha llevado a la socialdemocracia a caminar sin rumbo y depender analítica e ideológicamente del liberalismo y por tanto a converger con su ala progresista.Si preguntaríamos a un honrado, y lo digo sin ironía, dirigente socialdemócrata ¿Quién?¿Cómo? y ¿Para qué? Se ejerce el poder político, su respuesta sería el poder político lo ejercer el pueblo a través de los partidos políticos y el sistema parlamentario a través del cual se garantiza los derechos individuales y colectivos. Esa sería su respuesta, pues seguramente no imagina otra. No obstante, preguntado por cuales son esos derechos individuales y colectivos encontremos en su respuesta matices con respecto a las opciones liberales. Por tanto, podemos afirma que la socialdemocracia es una corriente política contemporánea que tiene su origen en el revisionismo de Berstein y que aspira a una sociedad con mayor libertad, más democracia y más justa socialmente en el marco político de la democracia liberal y económico del capitalismo. * MIEMBRO de CIUDAD POLITICA. Investigador para Europa del Área de Internacional del Instituto de Promoción de Estudios Sociales (IPES).Anexo: BibliografíaBernstein E, Socialismo democrático, Estudio preliminar, traducción y notas de Joaquín Abellán, Tecnos, Madrid 1990.Gramsci A. Antología, siglo XXI, Barcelona 1980Gramsci A. La política y el Estado moderno, en Obras maestras del pensamiento contemporáneo,t 34, Editorial Planeta, Barcelona, 1993.Guiu J.,”El Socialismo”, en Caminal M. (coordinador), Manual de Ciencia Política, Tecnos, Madrid, 1996..Lenin V.I.,Obras Completas, Editorial Progreso, Moscú 1975. Luxemburgo R. Reforma o revolución, Editorial Grijalbo, S.A.,México, 1967Marx C., Engels F., Obra escogidas III, Editorial Progreso, Moscú, 1986Rousseau J.J., Discurso sobre el origen de la desigualdad de los hombres, Etnos, 2002Rousseau J.J., El contrato Social, Yerico S.A., Madrid 1989, Schaff Adam, El nuevo socialismo, Editorial Sistema, Madrid, 2000Sotelo Ignacio, “El socialismo” en Ideologías y movimiento políticos contemporáneos, Mellón, J.A (editor), Madrid 1998 Velasco L., Políticas del PSOE 1982-1995. Del cambio a la decepción. Icaria editorial, Barcelona, 1996.
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