EL PROCESO DE NUREMBERG. EL ARCHIVO KAPLAN
Del 5 de Julio al 26 de agosto de 2007
EL PROCESO DE NUREMBERG. EL ARCHIVO KAPLAN
Con la colaboración de la Fundación José María Castañé
SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DEL TEATRO CALDERÓN (c/ Leopoldo Cano s/n. Tlfno.983 426450)
La exposición titulada “El Proceso de Nuremberg. El Archivo Kaplan”, se organiza como una muestra didáctica y referencial apoyada en documentos hológrafos e impresos, y fotografías artísticas, firmadas e inéditas, entre otros originales de época, pertenecientes a los Fondos Documentales y Fotográficos de la Fundación José María Castañé.
El Juicio de Nuremberg (20 de Noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946), marcó un hito en la historia del Derecho Universal, creando un Tribunal Militar Internacional compuesto por Jueces de las potencias vencedoras (El Reino Unido de Gran Bretaña, Estados Unidos, la U.R.S.S. y la República Francesa) y juzgando a los dirigentes del nacionalsocialismo en Nuremberg. Como eje conductor, la exposición muestra una selección de documentos del juez norteamericano Benjamín Kaplan y un número de más de 200 documentos complementarios que representan e ilustran éste hecho.
El Archivo del juez Benjamín Kaplan:
Este conjunto documental consta de una compilación de pruebas y documentos testimoniales del Proceso recogidos entre agosto de 1945 y octubre de 1946. Entre sus más de 2000 documentos se encuentran, interrogatorios, declaraciones juradas, fotografías y documentación relativa a la organización y desarrollo del Juicio.
El Nacionalsocialismo:
Espacio que sirve de introducción y que muestra el ambiente creado por el NSDAP y el clima efervescente en torno al planteamiento de una Alemania fuerte, única y pura. Postales, fotografías, símbolos que impregnaron todas las esferas sociales y culturales de Alemania, sosteniendo y confirmando la ideología nazi y todo un conjunto que habla de la idea expansionista y también de los principios ideológicos que más tarde desencadenarían en el holocausto.
Nuremberg: La ciudad como testigo.
Esta parte de la exposición se encuentra vinculada a la ciudad de Nuremberg. Extraordinaria urbe medieval, Hitler la eligió como lugar ideal para celebrar los grandes congresos del partido nacionalsocialista obrero alemán. Fue allí donde se aprobaron las leyes raciales con las que dio inicio el Holocausto y fue allí donde, por razones obvias, el nacionalsocialismo alemán fue sometido a juicio.
Se destaca un álbum fotográfico que muestra el esplendor de la Ciudad sede de Congresos en contraste con las imágenes de una ciudad tomada por los aliados con los grandes jefes encarcelados.
Los Acusados:
Tanto antes de la guerra como durante el gran proceso los protagonistas fueron, sustancialmente los mismos. Hitler, Himmler y Goebbels se suicidaron y Bormann nunca pudo ser encontrado. Sin embargo, los 21 procesados, entre los que figuraban – Goering, Von Ribbentrop, Hess, Kaltenbrunner, etc.-, conocieron en Nuremberg el poder, la trasgresión y el castigo. Para ello, la Fundación José María Castañé, despliega una selección de imágenes fotográficas hológrafas que, en conjunto, tienen un carácter singular de gran valor documental e histórico. Además se incluyen documentos relacionados con las organizaciones acusadas: el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP), la GESTAPO y la SD (Servicio de Seguridad) y las SS (Escuadra de Protección).
Los Crímenes:
El III Reich está indisolublemente relacionado con la comisión de atrocidades con escasos paralelos en la Historia de la Humanidad. En Nuremberg, se juzgó la planificación de una guerra mundial que Hitler ya había anunciado en los años veinte en su Mein Kampf, el desencadenamiento del conflicto, la violación de las leyes de guerra y los crímenes contra la humanidad, todo ello enmarcado en la Ley Nº 10 de Control del Consejo Aliado que definió los crímenes como: Crímenes contra la paz, Crímenes de Guerra y Crímenes contra la humanidad. Se destaca aquí la documentación del Archivo Kaplan que la fiscalía seleccionó para demostrar específicamente el cargo de Conspiración y criminalidad de las organizaciones nazis.
El Proceso:
Aunque algunos de los principales acusados –comenzando por el propio Hitler- no llegaron a sentarse en el banquillo, lo cierto es que el Proceso de Nuremberg permitió someter a juicio al ejército, la economía, la diplomacia, la inteligencia, los órganos represivos, las organizaciones juveniles e incluso los medios de comunicación nacionalsocialistas. Todo un régimen, todo un Estado, toda una ideología fueron sometidas a juicio en Nuremberg. El mensaje debía quedar establecido con nitidez. El horror provocado por el nacionalsocialismo no debería repetirse jamás. La historia lo juzgará y éste Proceso pudo no ser totalmente justo, pero no cabe duda de que fue un precedente histórico en el que las 4 naciones aliadas pusieron en manos de la justicia a los dirigentes y causantes de toda una barbarie que inició en los años 30 y se manifestó radicalmente en los años 40 ensombreciendo la vida y el fulgor de la Europa de aquellos años.
Como colofón expositivo, el Proceso se ilustra con profusión documental y fotográfica, mostrando manuscritos y otros documentos representativos, así como imágenes de los fotógrafos que estuvieron presentes en el juicio, el soviético Yevguéni Khaldei y el estadounidense Charles Alexander, entre otras y con la imagen emblemática del banquillo de los acusados, hecha in situ por la pintora inglesa Laura Knight.
El Juicio de Nuremberg (20 de Noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946), marcó un hito en la historia del Derecho Universal, creando un Tribunal Militar Internacional compuesto por Jueces de las potencias vencedoras (El Reino Unido de Gran Bretaña, Estados Unidos, la U.R.S.S. y la República Francesa) y juzgando a los dirigentes del nacionalsocialismo en Nuremberg. Como eje conductor, la exposición muestra una selección de documentos del juez norteamericano Benjamín Kaplan y un número de más de 200 documentos complementarios que representan e ilustran éste hecho.
El Archivo del juez Benjamín Kaplan:
Este conjunto documental consta de una compilación de pruebas y documentos testimoniales del Proceso recogidos entre agosto de 1945 y octubre de 1946. Entre sus más de 2000 documentos se encuentran, interrogatorios, declaraciones juradas, fotografías y documentación relativa a la organización y desarrollo del Juicio.
El Nacionalsocialismo:
Espacio que sirve de introducción y que muestra el ambiente creado por el NSDAP y el clima efervescente en torno al planteamiento de una Alemania fuerte, única y pura. Postales, fotografías, símbolos que impregnaron todas las esferas sociales y culturales de Alemania, sosteniendo y confirmando la ideología nazi y todo un conjunto que habla de la idea expansionista y también de los principios ideológicos que más tarde desencadenarían en el holocausto.
Nuremberg: La ciudad como testigo.
Esta parte de la exposición se encuentra vinculada a la ciudad de Nuremberg. Extraordinaria urbe medieval, Hitler la eligió como lugar ideal para celebrar los grandes congresos del partido nacionalsocialista obrero alemán. Fue allí donde se aprobaron las leyes raciales con las que dio inicio el Holocausto y fue allí donde, por razones obvias, el nacionalsocialismo alemán fue sometido a juicio.
Se destaca un álbum fotográfico que muestra el esplendor de la Ciudad sede de Congresos en contraste con las imágenes de una ciudad tomada por los aliados con los grandes jefes encarcelados.
Los Acusados:
Tanto antes de la guerra como durante el gran proceso los protagonistas fueron, sustancialmente los mismos. Hitler, Himmler y Goebbels se suicidaron y Bormann nunca pudo ser encontrado. Sin embargo, los 21 procesados, entre los que figuraban – Goering, Von Ribbentrop, Hess, Kaltenbrunner, etc.-, conocieron en Nuremberg el poder, la trasgresión y el castigo. Para ello, la Fundación José María Castañé, despliega una selección de imágenes fotográficas hológrafas que, en conjunto, tienen un carácter singular de gran valor documental e histórico. Además se incluyen documentos relacionados con las organizaciones acusadas: el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP), la GESTAPO y la SD (Servicio de Seguridad) y las SS (Escuadra de Protección).
Los Crímenes:
El III Reich está indisolublemente relacionado con la comisión de atrocidades con escasos paralelos en la Historia de la Humanidad. En Nuremberg, se juzgó la planificación de una guerra mundial que Hitler ya había anunciado en los años veinte en su Mein Kampf, el desencadenamiento del conflicto, la violación de las leyes de guerra y los crímenes contra la humanidad, todo ello enmarcado en la Ley Nº 10 de Control del Consejo Aliado que definió los crímenes como: Crímenes contra la paz, Crímenes de Guerra y Crímenes contra la humanidad. Se destaca aquí la documentación del Archivo Kaplan que la fiscalía seleccionó para demostrar específicamente el cargo de Conspiración y criminalidad de las organizaciones nazis.
El Proceso:
Aunque algunos de los principales acusados –comenzando por el propio Hitler- no llegaron a sentarse en el banquillo, lo cierto es que el Proceso de Nuremberg permitió someter a juicio al ejército, la economía, la diplomacia, la inteligencia, los órganos represivos, las organizaciones juveniles e incluso los medios de comunicación nacionalsocialistas. Todo un régimen, todo un Estado, toda una ideología fueron sometidas a juicio en Nuremberg. El mensaje debía quedar establecido con nitidez. El horror provocado por el nacionalsocialismo no debería repetirse jamás. La historia lo juzgará y éste Proceso pudo no ser totalmente justo, pero no cabe duda de que fue un precedente histórico en el que las 4 naciones aliadas pusieron en manos de la justicia a los dirigentes y causantes de toda una barbarie que inició en los años 30 y se manifestó radicalmente en los años 40 ensombreciendo la vida y el fulgor de la Europa de aquellos años.
Como colofón expositivo, el Proceso se ilustra con profusión documental y fotográfica, mostrando manuscritos y otros documentos representativos, así como imágenes de los fotógrafos que estuvieron presentes en el juicio, el soviético Yevguéni Khaldei y el estadounidense Charles Alexander, entre otras y con la imagen emblemática del banquillo de los acusados, hecha in situ por la pintora inglesa Laura Knight.
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