Los conservadores, encabezados por el PP, están contentísimos: por fin Garzón parece haber sido cazado:

Domingo Luis Sánchez Miras

Los conservadores, encabezados por el PP, están contentísimos, por fin Garzón parece haber sido cazado:

En su alegría no les acompaña nadie más: algunas formaciones «nadan y guardan la ropa», aceptándola como la de Rosa Díez o lavándose las manos como Unión del Pueblo Navarro, tradicional aliada del PP. Todos los demás partidos discrepan de la sentencia con mayor o menor virulencia, y solo la extrema derecha y la derecha radical, alineadas en el Partido Popular, empujan a éste a aplaudir que «se haya frenado al engreído Juez Estrella».

Garzón persiguió al ídolo de la extrema derecha Pinochet, se convirtió en héroe de progresistas perseguidos en Latinoamérica, se presentó a las elecciones con Felipe González pretendiendo limpiar de corrupciones el panorama político español, descubrió la trama delictuosa de gentes militantes o vinculadas con el PP, conocida con el nombre de «gürtel». Su poco respeto para con las gentes conservadoras lo ha hecho objeto de querellas denegadas y de críticas. Cierto que se retiró del gobierno de Felipe González tras celebrar una rueda de prensa en la que explicó su desilusión y que trabajó por el esclarecimiento de los GAL, lo que encarceló a algunos altos cargos del gobierno del PSOE. Pero esas gentes no eran equiparables a los distinguidos conservadores.
Fue imperdonable que a solicitud de familiares de republicanos, pretendiese que se abriera una investigación sobre desaparecidos, asesinados o niños raptados para su entrega a familias cristianas, conservadoras. Merece la pena leer el auto de Garzón, su relación de hechos y justificación jurídica: es interesantísima. Eso no se podía consentir, bastante era con soportar una Ley de la Memoria Histórica en el BOE, como tantas otras no cumplidas; pero de ahí a investigar barbaridades cometidas durante la sublevación y dictadura franquistas era demasiado, y un colaborador de Blas Piñar en Fuerza Nueva, jefe de un “sindicato” poco activo como tal, se ha querellado contra ante el Supremo contra Garzón por su irreverencia para con el fascismo, acusándole de prevaricación. Se ha admitido la querella: el “Juez Campeador”, como algunos ironizan, puede ser juzgado por prevaricación.
No soy quien para hacer análisis jurídicos; pero me avergüenza que una querella surgida de la extrema derecha sea asumida por el Tribunal Supremo, y sea ponente el magistrado Adolfo Prego, que siendo miembro del Consejo General del Poder Judicial, firmó, junto con Jiménez Losantos, Pío Moa, César Vidal y otros conocidos radicales, un publicado y publicitado manifiesto contra la Ley de la Memoria Histórica. Así tendrá más argumentos Mayor Oreja para seguir defendiendo el franquismo en Europa contra todos, incluso los conservadores… demócratas.